El gobierno de Viedma, prepara desde la secretaría de Planeamiento Urbano, Obras y Servicios Públicos, una serie de propuestas para buscar una solución de los problemas de servicios públicos que frecuentemente perjudican a los vecinos residentes en consorcios de viviendas de los planes FONAVI.
«Es histórico el problema que existe en los barrios de departamentos del IPPV, como en el Guido, el América, el 20 de Junio o las 1016 viviendas con respecto al mantenimiento de las instalaciones», expresó Gastón Renda, titular del área municipal que pretende encontrar una solución alternativa.
Renda explicó que la principal dificultad radica en que: «técnicamente es una responsabilidad de los vecinos. Vereda adentro todo lo que no funciona o no se arregla es un problema de los vecinos y de los consorcios que ellos mismos deben organizar en cada caso. Esa es la teoría pero no es lo que ocurre habitualmente».
«Ante la rotura de un caño de agua o de la cloaca el problema termina siempre repercutiendo en el municipio, pués tanto el IPPV como ARSA o el DPA esgrimen que el problema no es suyo, porque es del consorcio», enfatizó el funcionario municipal.
«Más tarde o más temprano el municipio debe gestionar la solución, independientemente de que en la teoría el consorcio es el verdadero responsable de resolver este tipo de situaciones», remarcó Renda y agregó que «como es evidente que la figura del consorcio no sirvió nunca, con las excepciones que siempre existen, nosotros estamos pensando en una solución que ponga fin a un problema que en Viedma tiene más de treinta años».
Sobre la situación actual, Renda explicó que “sabemos que no son problemas de estricta incumbencia municipal, pero eso no quiere decir que no los veamos, o que no pensemos soluciones, porque vinimos para reconocer los problemas y enfrentarlos. Y aunque entendemos que no podemos enfrentarlos con los recursos del municipio, tenemos que pensar alternativas de solución con todos los actores involucrados directa o indirectamente”.
El funcionario municipal indicó que “en Viedma se contabilizan un total de 2.500 unidades habitacionales agrupadas por escaleras en diversos barrios, con diversas realidades, pero con un diagnóstico común: la falta de integración y organización administrativa de las demandas comunes”.
Renda agregó, que “aunque la ausencia de consorcios no es una responsabilidad del gobierno de la ciudad, y mucho menos los problemas técnicos que se originan a menudo en estos conjuntos habitacionales, no podemos ser ajenos a las situaciones difíciles que sufren nuestros vecinos, para los cuales, consideramos que debemos ser parte de una solución de fondo”.
El caso de los “monoblokcs” de los barrios FONAVI se repite en varias ciudades de la provincia, y en estos municipios no hay partidas presupuestarias ni obligación de prestación de estos servicios de reparaciones (que mayormente se tratan de instalaciones sanitarias como aguas o cloacas), porque esa responsabilidad le corresponde a los consorcios de vecinos, que en los hechos, jamás lograron consolidarse.
“Estamos pensando en proponer la creación de un fondo fiduciario, que claro está, debería ser acompañado por el trabajo legislativo”, indicó Renda, y agregó que “sería una posibilidad cierta para la obtención de recursos y con la ejecución de estas partidas desde las Secretarías de Obras y Servicios Públicos de los municipios se podría garantizar un sistema ágil y efectivo de atención a los problemas”.
El funcionario explicó que una vez puesto en marcha el fondo, y el sistema de atención de reclamos de reparación de infraestructura y servicios comunes, la propuesta se puede ampliar a otras dos nuevas etapas, para el mejoramiento barrial en su conjunto. En principio el cuidado y mejora de espacios comunes y en segundo lugar el embellecimiento de fachadas.
En la provincia de Río Negro se desestimó la construcción de este tipo de “monoblock” desde hace más de dós décadas, lo que evidencia de algún modo que los inconvenientes que estos generan desde los más diversos aspectos son de gran impacto.
Estos problemas edilicios se agravan con el correr del tiempo, entonces, lo que hoy es grave, en el futuro puede llegar a la situación de un nuevo reclamo de vivienda digna por alguien que ya ha sido beneficiario por alguno de estos programas hace mas de 20 años atrás.
Finalmente, Renda explicó que además se avanzará en «un diagnóstico técnico y social barrio por barrio que incluya, también, los barrios populares, evaluando las situaciones de cada lugar y con las estrategias de solución más adecuadas para cada realidad».