Avanza la construcción del relleno sanitario, perteneciente al programa nacional “Basural Cero” para la gestión integral de los residuos sólidos y urbanos. La construcción de las cavas, en el basural situado a 25 kilómetros de la ciudad, ya finalizó y ahora resta colocar las membranas impermeables que impedirán que los líquidos que genera la basura llegue y contamine las napas de agua.
Empezó además la obra civil del programa, que incluye la construcción de un galpón para guardar las maquinarias, el cercado del predio y la colocación en el ingreso de una casilla de control, además de balanzas que permitirán medir el caudal de residuos que se arrojará al relleno.
También se ejecutó la pileta de lixiviados, donde se verterán los líquidos que generan la basura.
A la par de estas obras, avanzan los trabajos en la planta de separación, que se construye en un predio municipal ubicado a dos kilómetros de la ultima edificación del barrio 30 de Marzo, por la calle 30. Allí se procede al cerramiento del predio, la extensión de la red de electricidad, la consolidación de los caminos internos, y la construcción de una oficina de control de acceso y pesaje, entre otras acciones.
Los trabajos fueron inspeccionados por Miguel Tacchini, supervisor de Obras del Ministerio de Medio Ambiente de la Nación, y por Mario Castro, secretario de Ordenamiento Territorial y Servicios Públicos de la Municipalidad de Viedma.
El funcionario nacional confirmó la ampliación del presupuesto para ampliar el relleno sanitario, y brindarle mayor vida útil.
De esta manera, la ciudad se encamina a un nuevo tratamiento de los residuos sólidos urbanos, con un procedimiento ambiental sujeto a las nuevas normas, eliminando definitivamente la modalidad de basural a cielo abierto.
Estos trabajos implican la inversión de más de 98 millones de pesos, que incluyen además la adquisición de máquinas tanto en el predio del relleno sanitario como en la planta de separación.
Por otra parte, avanzan los trabajos de remediación de la actual ubicación del basural, donde ya no se arrojarán más residuos. En ese lugar, y en la medida que se vaya cubriendo el terreno, se procederá a la forestación con semillas aptas para suelos marginales, de modo de evitar voladuras.
La Municipalidad mantendrá en este proceso de transición, un reducido espacio a cielo abierto para el depósito final de los residuos domiciliarios que se generan a diario, hasta que se habilite el nuevo sistema.